El chico llegó el pasado viernes por la mañana y fue denunciado por los vecinos por no cumplir con el aislamiento.

      ​​Un joven que había llegado el viernes en horas de la mañana a la localidad de Salvador Mazza y que con su familia reside en el populoso barrio Alto Verde, fue obligado por la policía a realizar el aislamiento preventivo luego que vecinos denunciaran que lo habían visto, después de estar ausente varios meses, paseando por el lugar.

 En forma inmediata el personal policial llegó a la vivienda y al entrevistar a los padres del joven, estos manifestaron que no se encontraba porque había salido a realizar algunos trámites. La Policía en forma inmediata logró localizarlo para obligarlo a permanecer en el aislamiento social obligatorio con una consigna policial; la actitud irresponsable del joven y de su familia disparó el protocolo COVID-19 y generó temor en todos los vecinos de ese humilde barrio.

Se conoció que el muchacho, que es hijo de un empleado municipal de Salvador Mazza, había llegado el viernes anterior en horas de la mañana desde Buenos Aires, a bordo de un vehículo particular junto a otros dos amigos quienes se quedaron en Tartagal, según trascendió.
 Lo extraño fue que al ingresar a territorio provincial -lo habrían hecho por una ruta alternativa a la nacional 34- no fueron obligados a tomar las medidas preventivas a pesar de provenir de una provincia donde la circulación del virus es comunitaria desde hace varias semanas.