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Zigarán: "Vi cómo golpeaban a un comandante de la Gendarmería"

Zigarán:

Adrián Zigarán cumplió la primera semana al frente de la intervención de la localidad de Aguaray. En diálogo con El Tribuno relató lo que tuvo que vivir en un corte de la ruta 34. Pide a los jueces que hagan algo

No hay semana en que en Coronel Cornejo, General Mosconi, Campamento Vespucio, Tartagal, Aguaray o Salvador Mazza algunos sectores no salgan a reclamar y como primera medida adopten el corte de la ruta nacional 34, la nacional 86 o la provincial 54.

Las protestas causan un sinnúmero de inconvenientes -en este tiempo de pandemia- a los trabajadores esenciales dedicados a los servicios de salud, reparto de alimentos o de medicamentos o a quienes por cuestiones de salud o de trabajo deben trasladarse hacia el norte, la capital de la provincia o a otros lugares.

45 grados y en medio de un corte

El interventor de Aguaray, Adrián Zigarán, tuvo que vivir en carne propia este suplicio como le sucedió a decenas de automovilistas que debieron aguardar por horas a que un grupo de aborígenes pertenecientes a la comunidad Tres Quebradas, ubicada antes de llegar a Aguaray, se dispusieran a levantar la drástica medida de fuerza en una jornada en que la temperatura superó los 43 grados. "Mientras esperaba que abran el paso en la ruta, el termómetro del auto me marcaba 45 grados. Así tuvimos que esperar a que un grupo que no eran más de 30 personas se les ocurriera dejarnos pasar. Desde el lunes 19 de octubre que llegué a Aguaray para hacerme cargo de la intervención, formalicé cuatro denuncias en la Justicia Federal y otra en la Policía de la Provincia. Nunca intervino ninguna de las dos jurisdicciones para que esta gente que pide agua y electricidad, haga cesar ese delito porque hasta donde entiendo, cortar rutas sigue siendo un delito", expresó el interventor de Aguaray, visiblemente molesto por la situación.

Los aborígenes, en su mayoría mujeres, cuyas imágenes se difundieron cuando agredieron a un hombre mayor que, cansado de esperar, intentó retirar unas ramas desde la cinta asfáltica.

El interventor de Aguaray es el primer funcionario municipal que pone negro sobre blanco en la situación que provocan los cortes de ruta en miles de sanmartinianos y que pide el inmediato accionar de la Justicia tras las dos denuncias que colocó en los últimos días por los cortes.

"Como el acueducto proviene del dique Itiyuro pretenden romperlo para tomar agua desde ahí y eso también es un delito, no se puede hacer. La empresa distribuidora de energía se cae de maduro que no va a realizar una inversión tan grande, colocar un transformador y todo lo que se necesita para llevarles el servicio, sabiendo que no van a pagar porque ellos consideran que no tienen que abonar nada. Y no hay alguien que les explique esa situación. Pero más allá de eso, los ataques, los insultos, la rotura de vehículos que se vieron estos días -los aborígenes literalmente destrozaron el auto de una empresa de sorteos de autos-, nadie los intimó a que se vayan porque no hubo una sola actuación ni de la Justicia Federal ni de la ordinaria".

Zigarán fue más allá y refirió algo que nunca antes había sucedido ni en los más virulentos cortes de ruta en el norte: Una autoridad de la Gendarmería Nacional, la fuerza federal que tiene a su cargo la custodia de la ruta nacional 34, fue agredido físicamente. "Yo fui testigo, nadie me lo contó, cuando el miércoles las mujeres aborígenes le pegaron al comandante de la Gendarmería que se acercó a dialogar con ellas. Al hombre que estaba cumpliendo con su trabajo le lastimaron la nariz porque le pegaron con palos como a otros automovilistas que hicieron las denuncias. Pero si el comandante (Zigarán se reservó su nombre) reaccionaba, iba preso por violencia de género. Lo mismo les hubiera sucedido a los automovilistas agredidos. Esto no puede seguir. Los jueces, tienen que ponerle un coto a esta situación".

Deudas pese al superávit recibido

Zigarán brindó un pequeño resumen de las deudas que aparecen en la corta gestión de Enrique Prado pese al superávit que dejó el anterior intendente Alfredo Darouiche.
Entre estas deudas figuran conceptos de publicidad, dieta de todos los concejales opositores y varios otros rubros que acumuló en 10 meses. “Pero como Prado dijo por todos los medios que dejó una administración flamante y sabemos que esto no es así, ya solicité una auditoría contable a la Auditoría General de la Provincia”, cerró Zigarán.
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