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La Fundación El Alfarcito se alejó del colegio creado por Chifri

El padre Sigfrido Chifri con alumnos de El Alfarcito. Su obra se mantiene pese a las adversidades.

Además de hacer público su descontento Jean Pierre Bourin, uno de los principales benefactores del colegio, desde la fundación El Alfarcito creada por el padre Sigfrido Chifri, desde hace un tiempo se desvinculó de la institución educativa y de la administración del parador, que es visitado por los pasajeros del Tren a las Nubes.

En una noticia que se confirmó en las últimas horas, Bourín aseguró que no apoyará a una organización que desnaturalizó por completo el proyecto original que tenía el padre Chifri de un colegio público de gestión privada y que se transformó en manos del padre Walter Medina, quien reemplazó a Chifri, en un centro eclesiástico.

Por su parte, Carlos Figueroa, vocero de la fundación dijo a Nuevo Diario que “hace cerca de un año que el representante del colegio es el padre Medina y él decidió abrirse de la fundación. Igualmente nosotros continuamos con la obra del padre Chifri apoyando a las 25 comunidades y a las 18 escuelas primarias cuando necesitan de alguna asistencia”.

Dijo además que “es una pena que Jean Pierre se haya ido por todo lo esfuerzo que hizo Chifri para juntar a la gente y ser puente de unión. Él no abandonó la fundación”.

Cabe recordar que la entidad nació con el fin de apoyar la obra del padre Chifri, que inició con la construcción del colegio secundario con aportes privados, para que los jóvenes de la zona encuentren un futuro y no emigren,  continuó con la ayuda a otras escuelas, productores y artesanos que viven en las comunidades de la Quebrada del Toro. Todo ello con aportes de gente solidaria que comparte los valores que impuso el sacerdote.

Así se impulsa la puesta en funcionamiento del parador turístico, en donde también hacen un alto los visitantes que van a San Antonio de los Cobres para abordar el Tren a las Nubes, que era administrado hasta hace poco por la fundación El Alfarcito.

Figueroa explicó que el parador nació con la intención de apoyar económicamente a la administración del colegio El Alfarcito. “La ganancia era para reforzar los sueldos del personal y mejorar las instalaciones. Cuando el padre Walter nos sacó del colegio, seguimos apoyando hasta que nos sacó la concesión del parador. Como nosotros ya no somos parte del colegio no sabemos cómo es actualmente el manejo”, agregó.

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