Campo Quijano finalmente se convertirá en un municipio libre de pirotecnia de alto impacto tras la aprobación de la ordenanza que fue tratada en una sesión extraordinaria convocada por el nuevo intendente Carlos Folloni. El proyecto fue presentado por el concejal Iván Ramos y ​ tiene como objetivo principal la regulación de la tenencia, el uso y la comercialización de artificios pirotécnicos.

La ordenanza no es una prohibición, sino que limita la venta de cohetes que se encuadren dentro de los grupos A11, B3 y C-4b establecidos en el decreto 302/83 de la Ley Nacional de Armas. Si bien ya existía una ordenanza que prohibía utilizar bombas de estruendo en el pueblo, no poseía una reglamentación clara ni menos un control y/o sanciones. En cambio, según explicó Ramos: “La nueva ordenanza tiene un apartado de sanciones y otro de promoción y campañas para la concientización de la sociedad”.

“Tengo un hijo que padece un trastorno del espectro autista y sé que esto afecta significativamente a este sector de la población. Pero también hay personas con hipersensibilidad acústica, bebés, ancianos y, por supuesto, nuestros animalitos que son vulnerables a la pirotecnia sonora”, contó el concejal sobre la presentación de la reglamentación.

“Hay muchos municipios en todo el territorio nacional que poseían una legislación acerca del tema y me parecía que Campo Quijano no tenía que quedar afuera, no somos un municipio aislado. Seguramente será parte de muchas leyes postergadas para el municipio”, agregó Ramos.

Por último, la reglamentación no va “en contra de la venta y uso de toda la pirotecnia”, sino que propone dejar afuera todo lo que respecta a pirotécnicos sonoros. “Lo propuse así con el fin de no entorpecer ninguna actividad comercial y para que comencemos a tomar lo más pronto posible”, sostuvo Ramos ante el posible malestar de los vendedores de temporadas y que ya comenzaron a tramitar los permisos para la venta. Si bien la reglamentación fue aprobada por unanimidad el viernes, no se podrá aplicar este año por cuestiones de “tiempos administrativos”. Recién entraría en vigencia a partir del 10 de enero del 2020, es decir después de las fiestas de navidad y fin de año.