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La dura carta de Francisco a días del debate sobre el aborto

En lo que se puede leer como una respuesta a Alberto Fernández, insistió en que es un tema “de ética humana”.

En la semana previa al inicio de su tratamiento en el Congreso y a tres días de marchas en las principales ciudades del país apoyadas por la Iglesia, el Papa Francisco intervino directamente por primera vez en el debate por el proyecto para legalizar el aborto con una dura carta en la que dice que “hace bien hacerse las dos preguntas" frente a la controversia: "¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es justo alquilar un sicario para resolver un problema?".

La carta –que le remitió por mail a la diputada celeste Victoria Morales Gorleri (PRO)- es en respuesta a otra que le enviaron días pasados mujeres de las villas Rodrigo Bueno y 31 de Retiro, de la ciudad de Buenos Aires, y de José León Suárez, en el conurbano, en la que le pedían que intercediera contra la iniciativa legal que fue girada la semana pasada al parlamento por el presidente de la Nación.

En el texto escrito a mano y escaneado, el pontífice afirma que el aborto "no es un asunto primariamente religioso", sino "de ética humana, anterior a cualquier confesión religiosa", en lo que pareció una respuesta a Alberto Fernández, que en una entrevista el domingo dijo al defender el proyecto que él no solo es el presidente de sus compatriotas católicos, sino de todos los argentinos.

“Espero que (el Papa) no se enoje porque él sabe cuánto lo admiro y valoro y entienda que tengo que resolver un problema de salud pública”, había dicho también el presidente, pero la severa reacción del Papa evidencia un cortocircuito en la hasta ahora cercana relación, que Fernández contaba como un activo, en contraste con el gélido vinculo que mantuvo Mauricio Macri.

Fuentes cercanas al Papa le dijeron que si bien el aborto está legalizado en muchos países, y más allá del meollo de la cuestión (si hay vida o no desde el momento de la concepción), el hecho de que eventualmente se lo apruebe en el país de Francisco debilitará al pontífice frente al sector más conservador que cuestiona su papado.

Por otra parte, si bien el presidente tiene todo el derecho a enviar el proyecto, la Iglesia había considerado “inoportuno” hacerlo en medio de la pandemia, con un sistema sanitario exigido y una crisis económica y social que, decían los obispos, exige aunar voluntades y no lanzar al ruedo temas que dividen profundamente a la sociedad.

El envío del proyecto mete ruido también a la relación con la Iglesia en el país -como también con la mayoría de los cultos evangélicos- en momentos en que instituciones como Cáritas o los curas villeros despliegan una intensa labor solidaria ante el agravamiento de las necesidades y contribuyen a bajar la tensión social.

Tras agradecer “la carta de las señoras", Francisco consideró que "realmente son mujeres que saben lo que es la vida" y le pidió a la diputada Morales Gorleri que "por favor, dígales de mi parte que admiro su trabajo y su testimonio; que les agradezco de corazón lo que hacen, y que sigan adelante" a la vez que subraya que “la patria está orgullosa de tener mujeres así".

En la carta, las mujeres le expresan “el deseo de pedirle que nos ayude a poder expresar ante la opinión pública que nos sentimos presas de una situación donde está comprometida nuestra propia familia, nuestras hijas adolescentes y las futuras generaciones, que van creciendo con la idea de que nuestra vida es la no deseada y que no tenemos derecho a tener hijos por ser pobres”.

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