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La UTA nacional en alerta ante la preocupación de no poder cumplir los protocolos

Según la dirigencia sindical, con el incremento progresivo de la demanda de los usuarios resulta “imposible” cumplir con el protocolo COVID-19 que establece como límite máximo de diez pasajeros a pie en hora pico.

La Unión Tranviarios Automotor (UTA) decretó el “estado de alerta” para que se aumente la frecuencia de los servicios de colectivos de corta y media distancia, y anticipó medidas de acción gremial en caso de que no haya una respuesta inmediata de parte de las autoridades nacionales y de las empresas. Según la dirigencia sindical, con el incremento progresivo de la demanda de los usuarios resulta “imposible” cumplir con el protocolo COVID-19 que establece como límite máximo de diez pasajeros a pie en hora pico.

El sindicato que encabeza Roberto Fernández informó que se detectaron “inconvenientes” en los últimos días entre los choferes y los pasajeros, a raíz del requisito que exige un aforo máximo en las unidades como método para mantener la distancia social en el transporte interurbano. Ese tope fue establecido el 12 de noviembre pasado en la Resolución N° 259 del ministerio de Transporte de la Nación, donde se establece que “con carácter excepcional” se amplió la capacidad del servicio a diez pasajeros a pie, en caso que todos los asientos estén ocupados durante los horarios de mayor demanda de usuarios.

“En este contexto de pandemia los trabajadores entendemos la necesidad de mantener el distanciamiento social, y de la misma manera comprendemos el requerimiento de la comunidad de poder acceder al transporte público”, señalaron desde la UTA a través de un comunicado oficial. Acto seguido, resaltaron que dada la actual dotación de la flota de colectivos en la calle y el nivel de circulación de las personas, la disposición resuelta por el Gobierno “se vuelve imposible de cumplir si es que no se aumentan en forma urgente las frecuencias de los servicios”, argumentaron.

La comunicación gremial coincide con el fin de la temporada de vacaciones y el reciente regreso a las clases presenciales, donde millones de niños y adolescentes volvieron a las aulas en todo el país este 1 de marzo para reiniciar el ciclo lectivo. Según la dirigencia sindical, el panorama emerge complejo sobre todo en las provincias del interior, donde en la hora pico el protocolo sanitario se vuelve inviable por el recorte en las frecuencias. Es que cada distrito establece, según sus propios criterios y necesidades, el funcionamiento de su transporte.

En la UTA deslizaron que la situación entre los conductores y los pasajeros aparece cada vez más tensa, a raíz de los previsibles cruces que implica restringir el uso del transporte. La circunstancia de la vuelta a clases también es un condimento adicional en el AMBA, ya que se habilitó a que la comunidad educativa tenga prioridad en el uso del transporte en los horarios entre las 7,15 y 9 de la mañana, y las 12 y 13 de la tarde. Oficialmente todavía rige la reserva del transporte público para quienes cumplen tareas esenciales o personas que deben utilizarlo por circunstancias especiales o razones de fuerza mayor.

“Les pedimos a todos los ciudadanos que comprendan las dificultades que tienen los trabajadores del transporte para poder cumplir con la norma de distanciamiento, y los invitamos a sumarse a nuestro reclamo de mayor frecuencia en los servicios”, alentaron desde el sindicato. Y concluyeron con una advertencia a las autoridades: “Anticipamos que para el caso de que no se plantee una respuesta urgente a esta situación, tomaremos medidas de acción gremial”.

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