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Daniel Toro: “Mi voz jamás se callará. Soy una energía que llegó a la vida y tomó forma humana”

El gran folclorista salteño cumple este domingo 80 años, con una trayectoria impecable. 

El cantautor salteño Daniel Toro cumple hoy 80 años, mientras espera el estreno del documental musical que llevará su vida, su historia y su arte al cine. Se trata de El Nombrador, una película sobre Daniel Toro, dirigida por Silvia Majul, que estrenará un trailer en su honor mañana a la medianoche en el canal de Youtube de la productora El Jume.
El Nombrador, una película sobre este legendario cantor folclórico. Se trata de un largometraje documental que cuenta con apoyo del Incaa, y que aborda la vida del mencionado artista salteño, una leyenda viviente, autor de clásicos como Zamba para olvidarte, Mi mariposa triste (junto a Julio Fontana), El Antigal y Cuando tenga la tierra (junto a Ariel Petrocelli), entre otros temas. Su monumental obra lo ubica en el podio del folclore argentino.
“Todavía está claro en mi memoria cuando en Cosquín de 1967, Julio Márbiz me hizo subir al escenario Atahualpa Yupanqui, solo para interpretar dos canciones porque esa noche no habían llegado aún las figuras centrales. Recuerdo que empecé con el tema Indiecito dormido, la gente se maravilló y no dejaba bajarme. Finalmente canté catorce canciones. Ese marcó mi inicio como solista, yo venía de haber integrado Los Nombradores. Ya pasaron 53 años de aquella soñada noche”, mencionó el gran trovador salteño.
El filme comienza con su hija menor, Daniela Toro, llegando a Salta para encontrarse con su padre, mientras repasa algunos momentos de su carrera: canciones, recuerdos, sucesos, los oscuros años de la censura y de las operaciones de garganta que le fueron apagando su voz. Daniela siente que la voz de su padre se mantiene viva en la memoria de los cantores del país, de diferentes géneros, y un público fiel y anónimo, que lo admira desde distintos rincones del mundo.

 

“Lógicamente que en el camino uno va encontrando sobradas alegrías y también tristezas. En aquellos años tuve una década maravillosa, en la que compartí y disfruté con la gente de mi país. Mi canto se extendió hacia todos los horizontes y mis canciones se hicieron piel en los argentinos. Pero aparecieron los milicos, y me refiero a ellos con este término, porque entiendo que la palabra militar está dirigida a aquellas personas que defienden a su pueblo y a nosotros no nos tocó vivir esa realidad. A mi me censuraron por ver la vida a mi modo, por amar la paz y la justicia. Se creyeron dueños de la verdad. Mi madre siempre me decía: ‘no hagas algo que luego tengas que pagar más caro’, y eso lo prediqué en cada instante de mi vida. Los milicos fueron despreciables. A pesar de las amenazas constantes de muerte, jamás abandoné el país, cerraron mi boca pero me aferré aún más a mi tierra. Mis composiciones las registraba con el seudónimo de Casimiro Cobos. Mi voz jamás se callará. Soy una energía que llegó a la vida y tomó forma humana, sé que alguna vez no voy a estar. Creo que al otro lado de la vida hay otra cosa donde nuestra energía y alma iniciarán una nueva tarea, lo cual lamentablemente no puedo decir porque no sé que es, pero intuyo que está”, aseguró Toro.

Un decidor

Uno se pregunta como un artista puede perdurar tanto tiempo en el corazón de la gente, y Daniel siempre tiene la respuesta correcta “Me consideré un decidor, un cantor que compuso con sentimientos, creo que ahí nació la fórmula para una excelente comunión, y que lógicamente mantiene ese imán a través del tiempo. Jamás abrí la boca si no era para expresar un claro mensaje, a mi criterio es la obligación que debe mantener una persona popular. Intenté echar raíces en la cultura y sembrar en los campos de la poesía. Yo vine con cosas incorporadas de mis ancestros a este mundo, además tuve un maestro como Ariel Petrocelli, quien me enriqueció con la poesía. Tuve el honor de tener a mi lado a grandes hombres... y no a hombres grandes. Además, debemos agregar que esta pintoresca provincia es una inspiración permanente para activar la pluma”, dijo.
Cuando se le consultó qué lo ponía triste en la actualidad, sentenció: “El egoísmo que reina en el mundo. Yo viví otra época. Más allá de las grandes problemáticas, como el alcohol, la droga y la corrupción, tenemos la obligación de concientizar a los jóvenes que deben encaminarse en un sendero de orden y respeto. También me pone triste la falta de verdaderos argentinos, por la enorme cantidad de genética europea. Esta realidad le hace mucho daño a nuestra tierra, es erróneo admirar las cosas de afuera. En nuestro país hay gente que quiere hacer cosas y no la dejan..., y otros que solo hacen macanas”.
El rodaje de su vida tuvo lugar en las provincias de Córdoba, Salta y Buenos Aires. Además, los hijos músicos de Daniel Toro (Claudio, Facundo, Carlos, Miguel y Daniela), ofrecen testimonios y canciones.

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