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Las rutas 24 y 51 a oscuras y llenas de baches

Ambos caminos son vitales para el turismo y la minería. En los últimos años han visto multiplicado el tránsito de vehículos pesados y su deterioro se hace notar.


Dos arterias vitales para el turismo y la minería salteña, las rutas provinciales 24 y la nacional 51, se encuentran en un estado alarmante, en alguno de sus tramos. La falta de mantenimiento y el aumento exponencial del tránsito pesado han transformado estas vías en un verdadero calvario para los conductores.

Las rutas 24 y 51 a oscuras y llenas de baches
 

 

Baches y oscuridad

Los tramos más críticos se extienden desde la intersección de Camino a Colón y Circunvalación Oeste hasta la nacional 51, y desde San Luis hasta Campo Quijano. Los baches proliferan y son profundos, obligando a los automovilistas a realizar maniobras peligrosas para esquivarlos, con el consiguiente riesgo de accidentes y daños a los vehículos. Es común observar autos detenidos a un costado del camino, con neumáticos reventados.

Las rutas 24 y 51 a oscuras y llenas de baches
 

 

La situación se agrava durante la noche o en días de lluvia, cuando la oscuridad se apodera de la ruta. La falta de iluminación y señalización adecuada convierte el cruce entre la 24 y la 51 en una trampa, donde la visibilidad es prácticamente nula.

 

Las rutas 24 y 51 a oscuras y llenas de baches
 

 

La comunidad exige soluciones urgentes. El estado deplorable de estas rutas no solo pone en peligro la seguridad de los conductores, sino que también afecta negativamente al turismo y a la actividad minera, pilares fundamentales de la economía local. Es imperativo que las autoridades tomen cartas en el asunto y destinen los recursos necesarios para

 

 

 

 

 

 

Fuente: El Tribuno

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