La fiscal de Derechos Humanos de Salta, Verónica Simesen de Bielke habló por Aries sobre la decisión del gobierno provincial de quitar la copa de leche en las escuelas que luego fue revocada y opinó que la misma fue una canallada.

En tal sentido, resaltó que una canallada es tal porque significa caer en lo más bajo. Además, indicó que si la medida no habría sido revertida, podría haber correspondido una denuncia o una intervención de oficio por la negación de un derecho humano fundamental.

“Me parecía totalmente absurdo gastar recursos en elecciones y no en darle de comer a los chicos con el nivel de la pobreza que hay en Salta y Argentina y Salta está dentro de las peores provincias en pobreza e indigencia”, dijo la fiscal.