El Concejo Deliberante de Campo Quijano aprobó una resolución mediante la cual dispone un receso de actividades legislativas desde el jueves 17 hasta el lunes 28 de julio. La medida, aunque aparentemente formal, genera preocupación por la falta de previsión institucional, ausencia de fundamentos claros y silencios significativos en aspectos claves del funcionamiento democrático.
El contenido de la resolución
La resolución establece un receso: «dentro del marco de actividades que realiza esta institución», argumentando que esta pausa ha servido históricamente para un «reacomodamiento» de gestiones, sin detallar evidencia ni normativa concreta. Se menciona, sin citar fuentes, que «todos los legislativos comunales» disponen de este tipo de descansos cuando se acuerdan internamente.
Sin embargo, el documento no ofrece fundamentos normativos específicos, ni datos objetivos, ni establece mecanismos de funcionamiento mínimo durante el período de receso, dejando a la ciudadanía sin certezas institucionales durante al menos 12 días.
Una resolución con serias falencias institucionales
El análisis del texto aprobado revela varias debilidades preocupantes:
- ❌ Falta de fundamentos legales: No se cita ninguna norma provincial ni artículo del reglamento interno que autorice formalmente este tipo de receso.
- ❌ Argumentación autojustificativa: Las expresiones como “lo demuestra en el tiempo” o “ha servido para un reacomodamiento” carecen de respaldo documental y no informan objetivamente al ciudadano.
- ❌ Ausencia de previsión para emergencias: No se contempla ninguna cláusula para garantizar que el cuerpo legislativo pueda autoconvocarse en caso de desastre, urgencia o situación institucional extraordinaria.
- ❌ Silencio sobre atención ciudadana: No se aclara si habrá una guardia institucional ni si los vecinos podrán presentar notas o reclamos durante esos días, lo que podría vulnerar el derecho constitucional de petición.
¿Y si el intendente se toma vacaciones?
Más allá de la resolución, se abre un interrogante adicional:
¿Qué sucedería si el intendente decide tomarse vacaciones durante ese mismo período?
La normativa vigente exige que el Concejo Deliberante autorice las licencias del jefe comunal. Si el Concejo está en receso, ¿quién controlará o designará su reemplazo interino?
Este vacío operativo podría paralizar la administración municipal, agravando una situación de acefalía institucional si no hay un reglamento claro.
¿Y si ocurre una emergencia en la zona?
Campo Quijano se ubica en una región de riesgo por aludes, crecidas, incendios forestales o movimientos sísmicos. El cierre del cuerpo legislativo sin previsión alguna plantea un riesgo serio:
¿El Concejo podrá autoconvocarse durante el receso si ocurre una catástrofe natural?
La resolución no lo aclara, y el silencio puede costar muy caro si se necesita una intervención legislativa inmediata.
El ciudadano, otra vez excluido
Otro punto crítico es la falta de garantías sobre el acceso de los vecinos al Concejo durante el receso.
¿Podrán dejar notas, evacuar dudas o iniciar trámites? ¿Se garantizará la atención al público al menos por medios digitales o guardias mínimas?
La resolución omite toda mención a este tema, lo cual refuerza la imagen de un poder legislativo desconectado de la comunidad que representa.
Conclusión: más que una pausa, un síntoma
Esta resolución del Concejo Deliberante pone en evidencia una necesidad urgente: la redacción de una Carta Orgánica Municipal moderna, clara y participativa, que garantice la continuidad institucional, regule los reemplazos, establezca protocolos para emergencias y respete el acceso ciudadano en todo momento.
Una democracia saludable no puede permitirse cierres sin control, ni silencios que favorezcan la opacidad.
Campo Quijano merece instituciones abiertas, previsibles y comprometidas con el interés público, no recesos que cierran puertas y debilitan la confianza.
