En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, que se conmemora cada 10 de septiembre, la Lic. Johanna Valdez llevó adelante en Campo Quijano una acción comunitaria cargada de empatía y conciencia.
Junto a su community manager, Marcos Berruezo, y Gladys Viveros, mamá de un alumno de la Escuela de Educación Técnica, recorrieron las calles de la localidad para pegar carteles con frases emotivas y preguntar a los vecinos: “¿Qué mensaje le darías a alguien que está pasando un mal momento?”.
La iniciativa se complementó con la entrega de flores amarillas, símbolo de septiembre y de la esperanza, como gesto de acompañamiento y recordatorio de que nadie está solo.
Valdez subrayó que la prevención del suicidio requiere eliminar el estigma que aún pesa sobre la salud mental, alentando a las personas a buscar apoyo ante situaciones emocionales difíciles. “Durante mucho tiempo este fue un tema vedado para los medios de comunicación, pero hoy sabemos que hablarlo salva vidas. Lo importante es escuchar y hacer sentir a los demás que nos importa cómo están”, señaló.
Asimismo, remarcó que los suicidios y los intentos de suicidio generan un efecto dominó que impacta en familias, comunidades y sociedades enteras, por lo que es fundamental abrir espacios de diálogo y acompañamiento.
La jornada recordó que los medios de comunicación son aliados clave en esta tarea, ayudando a visibilizar la importancia de pedir ayuda y de reforzar el mensaje de que, a pesar del dolor, siempre hay esperanza y la vida merece ser vivida.
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