En pleno siglo XXI, mientras hablamos de turismo, de corredores productivos, de grandes anuncios y de “El Portal de los Andes” como marca registrada, hay una verdad incómoda que hoy tenemos la obligación de poner sobre la mesa: en Barrio La Carlota, Ruta Provincial 24 km 12, Paraje Colón, hay familias que no tienen red de agua potable. No es que el agua llega poca, no es que el servicio es deficiente: no existe la red.
Desde hace años esos vecinos viven dependiendo de un camión cisterna, como si estuviéramos en medio del desierto o en una zona de catástrofe permanente. Y lo más grave: en las últimas dos semanas, ni siquiera ese camión cisterna ha pasado. Nada. Silencio. Bidones vacíos, tachos secos y una sola certeza: el Estado no está donde tiene que estar.
Hablemos claro: el agua no es un favor, no es un regalo que se agradece en campaña ni una dádiva que se paga con votos. El acceso al agua potable es un derecho humano reconocido a nivel internacional, y en Argentina está protegido por la Constitución Nacional a través del derecho a la vida, a la salud y a un ambiente sano. No lo dice Radio Quijano, lo dicen los tratados de derechos humanos que nuestro país firmó y elevó a rango constitucional.
Entonces la pregunta es simple y brutal:
¿Cómo se explica que en el Municipio de Campo Quijano todavía haya barrios enteros sin una red de agua potable en sus casas?
En La Carlota los vecinos no solo no tienen red; tampoco ven la obra proyectada en los presupuestos municipales. Año tras año, plan tras plan, discurso tras discurso… y en los papeles del municipio la red de agua para esa zona no aparece. Es como si ese barrio no existiera, como si esas familias fueran de segunda categoría, como si su necesidad de abrir una canilla y que salga agua potable fuera un capricho y no una urgencia básica.
Mientras tanto, las notas de reclamo se presentan, se sellan, se archivan. Una vecina, cansada pero firme, viene elevando quejas formales al intendente por la falta de provisión de agua en la zona. No pide una pileta climatizada, no pide lujos: pide agua. Agua para cocinar, para higienizarse, para que los chicos vayan a la escuela limpios, para que los adultos mayores no dependan de la caridad o de la buena voluntad de un vecino con vehículo.
Y ahora se suma otro dato que indigna:
El famoso camión cisterna, el parche, el “mientras tanto”, el recurso de emergencia… hace más de dos semanas que no recorre el sector. Ni siquiera el paliativo. Ni siquiera la solución de emergencia.
¿Qué le dicen a los vecinos?
¿Que esperen?
¿Que tengan paciencia?
¿Que “se está gestionando”?
La paciencia no se toma en vaso, no sirve para lavar los platos ni para preparar la mamadera de un bebé.
Cuando el camión no llega, lo que se corta no es solo el agua: se corta la dignidad.
Y acá es donde hay que ser claros con las responsabilidades. El intendente de Campo Quijano y su equipo de gobierno tienen una obligación concreta: planificar, presupuestar y gestionar para que todos los barrios tengan acceso a los servicios básicos. No alcanza con sacarse fotos inaugurando obras en otros lugares mientras en La Carlota la gente sigue esperando que aparezca el camión cisterna como si fuera un milagro.
No es serio hablar de desarrollo, de futuro y de grandes proyectos, si todavía hay vecinos que no pueden abrir una canilla en su casa porque simplemente no existe. Y no es solo una cuestión de gestión: es una cuestión ética y política. ¿Qué dice de una gestión municipal que mantiene a un barrio entero dependiendo de un camión? ¿Qué dice de una conducción política que no incluye una obra de agua potable en el presupuesto, sabiendo que hay familias que viven así hace años?
Desde Radio Quijano 99.9 queremos decirlo con todas las letras:
El agua es un derecho humano y el Municipio de Campo Quijano no puede seguir mirando para otro lado.
Los vecinos de Barrio La Carlota no están pidiendo un lujo: están reclamando algo que cualquier ciudadano debería tener garantizado por el solo hecho de vivir en este suelo. Y si encima el camión cisterna desaparece por dos semanas, sin explicación pública, sin cronograma, sin responsabilidad asumida, lo que se está vulnerando no es solo un derecho, sino también el respeto mínimo que el Estado le debe a la gente.
Por eso, hoy ponemos este tema en la agenda pública:
- Porque es inadmisible que en 2025 en Campo Quijano todavía haya barrios sin red de agua.
- Porque es inaceptable que la única vía de provisión, el camión cisterna, deje de pasar sin que nadie dé la cara.
- Porque es vergonzoso que los reclamos formales de una vecina y de todo un barrio no se transformen en proyectos, obras y fechas concretas, sino en silencio administrativo.
Desde este micrófono, exigimos respuestas claras:
- ¿Por qué hace más de dos semanas el camión cisterna no recorre Barrio La Carlota – Paraje Colón?
- ¿Cuál es el plan concreto del municipio para garantizar el acceso al agua potable en esa zona?
- ¿En qué presupuesto, en qué plan de obra, en qué proyecto formal figura la red de agua para estos vecinos?
Los discursos se agotan. Las fotos pasan. Lo que queda es la realidad cotidiana: vecinos con baldes, con bidones, con tachos vacíos, mirando la ruta esperando un camión que no llega.
Desde Radio Quijano 99.9 vamos a seguir insistiendo, dándole voz a la vecina que reclama, al vecino que se cansa, al que se enoja, al que ya no cree. Porque donde el Estado se ausenta, la comunidad tiene el derecho y el deber de hacerse oír.
Que quede claro:
En La Carlota, en el km 12, en Paraje Colón, no están pidiendo un favor. Están exigiendo un derecho.
Y este reclamo, desde hoy, ya no es solo de una vecina: es un tema instalado en la agenda pública de Campo Quijano.


