En medio de aplausos y emociones compartidas, el kinesiólogo Santiago Javier Guantay, hijo de Campo Quijano, recibió su certificado como parte de la primera promoción de quiroprácticos de Salta, un hecho inédito en la provincia y de gran valor para el interior del país.
La Asociación de Fisioterapeutas y Kinesiólogos de Salta entregó diplomas a los 27 egresados de la Diplomatura en Ciencia, Arte y Filosofía Quiropráctica, una formación innovadora que marca un antes y un después en la atención de la salud musculoesquelética y preventiva.
Para Santiago, este logro tiene un significado especial: no solo representa un paso más en su carrera profesional, sino la oportunidad de brindar a su pueblo un servicio de calidad, especializado .
Esta capacitación —que combina el arte de la quiropraxia con la ciencia y la filosofía que la sustentan— se enmarca en un objetivo mayor: jerarquizar la fisioterapia y la kinesiología en Salta, y posicionar a la provincia como pionera en la profesionalización de esta práctica en el norte argentino.
Con la apertura de su consultorio en los próximos días, Santiago Javier Guantay no solo materializa un proyecto personal, sino que abre la puerta a nuevas posibilidades de atención integral para la comunidad, fortaleciendo el sistema de salud local y llevando el nombre de Campo Quijano a lo más alto.
En cada diploma entregado, hay historias de esfuerzo, estudio y compromiso. En el de Santiago, hay además un profundo amor por su gente, por sus raíces y por la convicción de que la salud de un pueblo también se construye con sueños cumplidos.


