El festival del 9 de Julio en Campo Quijano, promocionado el pasado 27 de junio como gratuito para los vecinos del municipio con la única condición de presentar DNI, generó fuertes críticas y confusión en la comunidad.
Ayer, en una entrevista radial en otra emisora, el Secretario de Gobierno informó que la entrada será gratuita solo si se retira hasta las 18 h, y que después de ese horario tendrá un costo de $45.000, «la misma modalidad del año pasado», según explicó.
La aclaración despertó la indignación de los vecinos, quienes expresaron su enojo a través de mensajes y redes sociales. Un oyente señaló: «Es indignante, ya que es una burla. La policía no es la organizadora, ahí mienten. Además, el intendente no tiene por qué decirnos a qué hora podemos ir».
La situación se agrava porque, al día de hoy, no hay información oficial publicada en el Facebook de la Municipalidad de Campo Quijano, ni en el canal oficial de WhatsApp, ni en la página personal del intendente Lino Yonar.
Muchos vecinos interpretan este cambio como un caso de publicidad engañosa, ya que la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor exige que toda publicidad sea clara, cierta y detallada, y obliga al organizador a cumplir lo ofrecido.
Según la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor, el derecho a la información veraz, clara y detallada es un derecho básico. No publicar esta condición especial (horario límite o costo posterior) en los canales oficiales puede considerarse omisión intencional de información relevante, lo que refuerza la figura de publicidad engañosa.
Los vecinos merecen ser informados de forma oficial, transparente y a tiempo, para poder tomar decisiones responsables y evitar sentirse engañados.
Los ciudadanos exigen explicaciones públicas y reclaman que se respete la gratuidad anunciada inicialmente. Además, piden transparencia en la comunicación oficial y cuestionan el alto costo de la entrada fuera del horario gratuito, considerando el monto como excesivo y excluyente.
La falta de información clara y oportuna alimenta el malestar social y debilita la confianza de la comunidad en la gestión municipal. Mientras tanto, la incertidumbre y el enojo crecen a pocas horas de la celebración.
