El 22 de diciembre pasado Francisco Valentín, inspector de tránsito, se encontraba cumpliendo sus funciones cuando vio pasar a gran velocidad un automóvil que no se detuvo ni siquiera en los semáforos en rojo.

Según el testimonio del trabajador municipal fueron cinco las esquinas con semáforo rojo que pasó el auto conducido por Exequiel Cortez Gil, secretario general del ‘Tren a las nubes SFTSE’. Luego de alcanzarlo y detenerlo, solicitaron la documentación del vehículo, pero el conductor decidió escaparse.

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A raíz de su conducta se desencadenó una nueva persecución por calles y avenidas del macrocentro hasta que llegaron a una vivienda del barrio Tres Cerritos donde vive el joven.

Pero los hechos no quedaron ahí ya que el juez del tribunal administrativo de faltas, Guillermo López Mirau, notificó a Valentín para que se presente a un careo con Cortez Gil. Al asistir al mismo, el inspector no pudo declarar ya que habia llegado tarde.

Pero según el testimonio del trabajador municipal todo se dio en un marco de irregularidad. “A nosotros nos informaron que ante un caso de multa por estado de ebriedad no se pueden hacer ni pago voluntario, ni descargo y acá sucedió todo lo contrario”, indicó Valentín a LA GACETA.

Además dijo: “yo me presenté en el tribunal de faltas, tenia audiencia a las diez de la mañana, me presenté diez y cuarto, diez y media como mucho,  y les expliqué el por qué de mi demora”. Luego agregó: “el contribuyente se encontraba todavía en el lugar hablando con el juez, le pedí que por favor me tomen la declaración, ellos se negaron totalmente porque me dijeron que la ley administrativa indicaba que me llamaban tres veces y después de eso no me podían tomar el descargo”.

Por otro lado, el inspector manifestó que ni siquiera le permitieron hacer uso del libro de quejas para dejar por sentado que había asistido al careo solicitado por el juez del tribunal administrativo de faltas.

Esto es lo que motivó a Valentín a publicar el video que luego se hizo viral y en donde se ve a Cortéz Gil increpando a los agentes de tránsito y profiriendo amenazas. “Una persona normal no retira el vehículo hasta que no abone la totalidad de la multa.  Yo trabajo hace 12 años en la dirección, nunca me pasó algo así”, expresó el trabajador.

Valentín afirma que teme por su fuente laboral ya que “es algo que es habitual que los amigos del poder siempre tienen un privilegio y se le solucionan los problemas. Siempre la culpa es de los inspectores”.

Además agregó que: “siempre en los controles de alcoholemia cruzamos a los que tienen poder y llaman a sus contactos y piden nuestros datos para amenazarnos. Se sufre mucho en la dirección de tránsito por este tema”.

En este sentido aclaró que “mi intención es solamente laboral no tienen nada que ver con un tema íntimo. Si al video lo mando es como una prueba de que el caballero nos estaba amenazando y estaba alcoholizado, no lo mandé con otra intención”.