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Forestación urbana, imprescindible para combatir la contaminación, el calor y atenuar las inundaciones

Forestación urbana

El año pasado se plantaron 2.500 árboles en la ciudad de Salta. Ahora apuntan a concientizar a los vecinos para el cuidado de los ejemplares. 

El año pasado se plantaron 2.500 árboles en la ciudad de Salta. Los esfuerzos apuntan ahora a concientizar a los vecinos y a tareas de educación ambiental, para que los jóvenes ejemplares puedan desarrollarse. 
Desde la Subsecretaría de Desarrollo Ambiental de la Municipalidad de Salta, a cargo de Irene Soler, aseguran que 10 ejemplares por cuadra es el número ideal. Así se plantea el horizonte, pero lo cierto es que muchos barrios distan de alcanzar ese umbral. Hay una realidad, la capital provincial creció a pasos agigantados en los últimos 20 años y aunque existe legislación que exige que las urbanizaciones se entreguen forestadas, pocas veces se cumple la norma. “Esto genera una situación dispar y es necesario atender cada zona en particular”, señaló Soler.

La aceleración con la que se desarrolla el mercado inmobiliario, con el auge de los loteos en predios que hasta hace poco tiempo eran agrícolas, también se ven afectadas las localidades del interior cercanas a la ciudad de Salta, especialmente a Cerrillos, La Merced, Campo Quijano y Rosario de Lerma. Tampoco en estos casos las urbanizaciones cuentan con una forestación adecuada y esa situación es uno de los factores por los que las inundaciones son cada vez más feroces.

Respecto de la obligatoriedad -en Salta Capital- de tener árboles en los frentes de las viviendas, se encuentra contemplada en la ordenanza 7060 que establece la obligación para los frentistas de contar con un ejemplar con su correspondiente cazuela. 
“En este punto hemos notado mucho desconocimiento de los vecinos y es por eso que nos estamos dedicando especialmente a tareas de concientización y educación ambiental. No queremos que sea una exigencia, la multa no es el objetivo, más allá de la letra de la ordenanza apuntamos a que cada vecino conozca los beneficios de contar con árboles, que son invaluables”, aclaró la funcionaria.
Está comprobado -según los especialistas- que la ubicación estratégica de los árboles en las ciudades puede ayudar a enfriar el aire entre 2 y 8º C. Además, regulan el flujo del agua y como consecuencia previenen inundaciones, son refugio de biodiversidad e incluso hay estudios sobre los beneficios de los árboles en la salud física y mental de las personas. La verdad es que son una prioridad y por eso deben estar incluidos en toda planificación urbana. 

Mucho esfuerzo

Lograr una forestación adecuada en los sectores urbanos no solo implica plantar árboles, requiere del compromiso de diversos actores, entre ellos del Estado, de los empresarios de la construcción, de las compañías de servicios públicos, desarrolladores inmobiliarios y, especialmente, de los vecinos.
“Nos pasó de plantar ejemplares más de tres veces en el mismo sector, porque los arrancaban y vandalizaban, en ese aspecto es fundamental que el vecino sepa la importancia que tienen y nos ayude a cuidarlos”, expresó la titular de Desarrollo Ambiental de la comuna. Adelantó, además, que trabajan en un censo para conocer la situación real de la forestación urbana. Se trata de una acción contemplada en la normativa y que debe realizarse cada cinco años. 
En tal sentido, el intendente Gustavo Sáenz y el rector de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), Antonio Fernández Fernández, firmaron un convenio para que los alumnos de las carreras de Agronomía, Recursos Naturales y Biología realicen sus prácticas en la Secretaría de Ambiente de la Municipalidad. La tarea consistirá, precisamente, en censar los más de 170 mil árboles que se calcula están distribuidos en el ejido urbano. Y, a partir de datos precisos, planificar estrategias de forestación adecuadas.

La poda

Uno de los principales requerimientos de los vecinos a los organismos municipales es la poda. En este sentido, se debe tener en cuenta que se trata de una acción que debe realizarse con el debido cuidado y aplicando técnicas específicas. 
“Podar lastima y agrede al árbol y con mucha más razón si se realiza sin conocimiento técnico”, explican los especialistas. 
La Municipalidad es la única autorizada para realizar las podas, previa evaluación de cada situación, como el riesgo que conlleva a las personas, si el ejemplar toca el cableado, etc. En este sentido, Soler dijo que “con Edesa queremos  trabajar en conjunto, estamos planificando jornadas conjuntas con los operarios con el objetivo de brindarles capacitación técnica y fijar algunos protocolos comunes, para reducir el daño a los ejemplares”. 


Calidad ambiental

La calidad ambiental está estrechamente relacionada con la calidad de vida de las personas. En Salta, la medida estándar de los frentistas oscila entre 8, 10 y 12 metros con veredas de 2,5 metros, por lo que existe la posibilidad de plantar un árbol y hasta dos ejemplares por cada lote, dependiendo de los requerimientos de la especie que se elija. Lapacho amarillo, rosado y jacarandá son algunas de las múltiples opciones.
Hay que analizar los factores externos y averiguar qué, cómo y cuándo se puede plantar, ya que la decisión muchas veces no depende del vecino. En el caso de las veredas, al tratarse de espacios públicos existen criterios municipales.
Si no hay complicaciones, como en casi todas las localidades del interior, es conveniente implantar una misma especie en toda la cuadra. En este sentido, la elección de la variedad es muy importante: se debe considerar el tamaño adulto de las especies para evitar la interferencia de las raíces y las ramas con cañerías, cableado aéreo y otros servicios. Avenidas amplias, por ejemplo, posibilitan implantar especies de buen tamaño, como las anteriormente mencionadas, mientras que en calles o pasajes estrechos es preferible seleccionar árboles de menor porte, como los crespones en todas sus variedades.

Especies nativas

En la ciudad de Salta y el Valle de Lerma, donde las alturas van de los 800 a 1.500 metros sobre el nivel del mar, las posibilidades incluyen a todas las especies apuntadas anteriormente, más una gran cantidad de alternativas como por ejemplo las nativas Tipa blanca, Lapacho (rosado y amarillo), Tarco, Palo Borracho, Molle, Algarrobo, Pacará, Ceibo Salteño, entre otras.
Un ejemplar exótico de muy buen desempeño en el Valle de Lerma es el Crespón, en sus numerosas variedades. Es preciso recordar experiencias poco exitosas de otras épocas, que avanzaron en la forestación urbana con especies exóticas que causaron serios problemas, como el desplome de árboles por vientos huracanados o viento norte, levantamiento de veredas por raíces de gran porte, caída de ramas sobre viviendas y automóviles, inhibición del crecimiento de otras plantas, etc.
Hay que priorizar entonces las especies nativas para estos casos, porque proporcionan grandes beneficios para la ecología y economía local. Su rusticidad ofrece bajos costos de mantenimiento, refugio y alimento para la avifauna local, colaborando decisivamente con la conservación de las especies.


Ejemplares grandes: Resulta positivo implantar ejemplares de buen tamaño en áreas urbanas, ya que normalmente plantas chicas son destrozadas por los vándalos.

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