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Mientras se aguarda la concreción de la futura autopista, la Dirección Nacional de Vialidad aprobó un nuevo contrato de reconstrucción y mantenimiento (Crema) por $2.335 millones en la malla 401B de Salta, que abarca 86 kilómetros de la ruta 68, entre Río Ancho y Talapampa, y 22 kilómetros de la ruta 51, desde las inmediaciones de la rotonda de ingreso al aeropuerto Martín Miguel de Güemes hasta Campo Quijano.
La contratación se corresponde con la licitación pública nacional 28/20, que fue convocada en junio de 2021. La apertura de sobres se realizó el 25 de agosto de ese año con tres empresas interesadas entre las que Vialmani presentó la oferta más baja.
El pasado 1 de abril, con una resolución firmada por su administrador general, Gustavo Arrieta, Vialidad nacional adjudicó la licitación a la citada empresa, que de esta forma quedó a un paso de acceder al contrato de seis años.
Vialmani deberá ejecutar una serie de obras de recuperación y otras intervenciones obligatorias programadas para los primeros dos años y atender del mantenimiento de las secciones abarcadas por la malla en ambas rutas nacionales a lo largo de los 72 meses de la contratación. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó el financiamiento el pasado 4 de febrero.

 En la ruta 68

En la zona urbana de Talapampa, que presenta gran cantidad de baches y fisuras, se ejecutarán trabajos de fresado y se dispondrá una nueva carpeta asfáltica de seis centímetros de espesor. En esa localidad, entre las obras de reconstrucción, está previsto un ensanche de la calzada para ampliar la platabanda central del puesto de control vehicular permanente de la Policía de Salta. En ese sector, que incluye iluminación, también se construirán dársenas de colectivos y refugios de pasajeros, al igual que en La Viña.
En el tramo de la ruta 68 comprendido entre Talapampa y Coronel Moldes están contemplados sistemas de contención lateral, reparaciones y reemplazos de barandas para dotar de mayor seguridad al tránsito en los puentes sobre el arroyo Tobar y los ríos Seco, La Viña, Ampascachi y Chuñapampa.
En esa sección de cauces las lluvias originaron cárcavas muy próximas a la ruta, por lo que también están proyectadas obras de ampliación de alcantarillas y defensas de piedra embolsada para resguardar la integridad del camino.
En el acceso sur de Coronel Moldes se priorizará la seguridad de los peatones que atraviesan diariamente el puente del río Chuñapampa con la construcción de una dársena de colectivos y un refugio de pasajeros.
Entre Moldes y El Carril hay sectores con cárcavas importantes, como también alcantarillados y otras obras de arte menores con necesidad de mejoras.
En los puentes sobre los ríos Osma y Chicoana también está previsto el retiro, reposición y colocación de sistema de contención lateral de acceso.
En Viñaco, al igual que en Talapampa, se ensanchará la calzada para ampliar la platabanda central del puesto de control vehicular de la Policía de Salta.
En toda esa sección la DNV programó refuerzos del pavimento con carpetas asfálticas de cinco centímetros, además de una reconstrucción de taludes y de banquinas con material granular.
En las zonas urbanas de El Carril y Merced se ejecutarán fresados y se dispondrán nuevas capas asfálticas de seis centímetros de espesor ante la alta densidad de baches y fisuras que presenta la calzada de la ruta en este tramo que en época de lluvias suele quedar intransitable por las fuertes escorrentías que bajan desde las fincas tabacaleras de la zona. 
En los puentes sobre los ríos Pulares y Rosario, a su vez, están proyectadas reposiciones de los sistemas de contención lateral para mejorar la seguridad del tránsito.
Desde el acceso norte a El Carril hasta la curva de Sumalao la anterior contratista proyectó obras de desagües en base a un estudio que expuso las problemáticas de los escurrimientos de las cuencas altas de los ríos Toro y Rosario, que afectan la ruta y la seguridad de sus usuarios. Esas obras fueron excluidas de la contratación. Como medidas alternativas se ejecutarán trabajos de alcantarillado y refuerzos del pavimento con carpetas asfálticas de 11 centímetros de espesor.
Entre Cerrillos y Río Ancho, la ruta 68 discurre en una zona semiurbana con un diseño antiguo sobre el que actualmente transitan hasta 12.000 vehículos por día, con un ancho de calzada de solo 6,70 metros y banquinas con anchos variables de 2 a 3 metros. En ese sector se dispondrán microaglomerados asfálticos en frío y se reconstruirán las banquinas con material granular y taludes.
Para la zona urbana de Cerrillos, en tanto, están programados trabajos en cinco badenes, fresados y la disposición de una nueva carpeta asfáltica de cuatro centímetros de espesor. En el sector de la escuela Nº 4.319 Marcos Sastre se construirán dos refugios y una dársena de pasajeros para uso de escolares. 

 

En la ruta nacional 51

Esa sección de la ruta 51 que va desde El Aybal hasta Campo Quijano se desarrolla en una zona semiurbana con un diseño antiguo, por el que transitan más de 15.000 vehículos por día sobre un ancho de calzada de solo 6 metros y banquinas con anchos variables de 1,5 a 2,5 metros.
Entre las intervenciones a realizar se destaca el tratamiento a las obras de desagüe urbano de Villa Rebeca, a través de la construcción de una cuneta revestida de 100 milímetros y un sifón para reemplazar al existente a fin de lograr una zona de camino libre de obstáculos. En este sector también está prevista la instalación de una alambrada para restituir la zona de camino.
Otra intervención apunta a dotar a la ruta 51 en la localidad de San Luis de un perfil urbano más seguro. Allí, Vialmani deberá construir dársenas con refugios de pasajeros y ensanchamiento de calzada para ampliar la platabanda central del puesto de control vehicular permanente de la Policía de Salta.
Entre los kilómetros 14 y 19 el pavimento presenta un alto grado de deterioro, con deformaciones que afectan a las capas inferiores. Por ello, en lugar de persistir con bacheos generalizados, se optará por una solución integral mediante el reciclado de la base granular existente, de manera de conformar una base reciclada de 20 centímetros capaz de recibir dos carpetas de rodamiento de cinco centímetros de espesor.
Entre el aeropuerto y el kilómetro 2,9, como así también entre los kilómetros 4,6 y 6,12, si dispondrá microaglomerado en frío.
Entre los kilómetros 3,11 y 4,6 se ejecutarán fresados y se dispondrá una nueva carpeta asfáltica en caliente de cuatro centímetros de espesor. Desde el kilómetro 6.12 al 14,25 se restablecerá la condición de la calzada con uso de microaglomerado en frío. Desde el kilómetro 14,25 al 18,87 se ejecutará una base granular reciclada con una carpeta asfáltica de 10 centímetros.
Para la recuperación de la ruta en la zona urbana de Campo Quijano también se optará por microaglomerado. Entre los kilómetros 20,77 y 21.87 se reforzará el      pavimento con una carpeta      asfáltica de 4 centímetros.

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