Mediante una solicitada publicada en distintos medios de comunicación, una serie de figuras históricas dentro de la fuerza partidaria conservadora y de derecha, alertaron sobre una maniobra turbulenta.

Afiliados y representantes de distintos sectores del irónico Partido Renovador de Salta (PRS), le "pararon el carro", como dirían en Salta, al presidente de esa fuerza, Jorge Oscar Folloni, tras decidir de forma casi autoritaria su adhesión a una de las listas que apoyaría al abogado y dueño de medios de comunicación que hoy se erige como senador por Capital, en su hipotética carrera hacia la intendencia del municipio más grande de la provincia.

Mediante una solicitada publicada en distintos medios de comunicación, una serie de figuras históricas dentro de la fuerza partidaria conservadora y de derecha, alertaron sobre una maniobra turbulenta llevada a cabo por el presidente partidario, respaldado por su hijo, el actual intendente de Campo Quijano, Carlos Folloni.
 

Según el documento, el pasado 4 de marzo se realizó la asamblea provincial del PRS, pero solamente participaron algunos representantes de solo siete departamentos. Hubo 16 jurisdicciones sin voz ni voto, y solo hubo un puñado de serviles afiliados en dicho cónclave.

Lo peor del caso es que, aunque no figuraba en actas, Folloni padre decidió tratar y aprobar el apoyo del partido a la candidatura a intendente del senador Emiliano Durand, quien se encuentra en una actitud desesperada comprando espacios en distintos medios de comunicación hasta fines de mayo, y empapelando toda la ciudad con su rostro en una clara campaña disfrazada.

A pesar de lo resuelto en la convención de forma autoritaria, referentes renovadores expresaron su postura totalmente contraria a la tomada por Folloni y aseguraron que, aunque no presentarán candidatos propios para disparar la intendencia, brindarán todo su apoyo a la fórmula de Unidos Por Salta, frente que integraron en las pasadas elecciones del 2021, y que llevaría como candidata a la actual intendenta, Bettina Romero.

Una muestra más de que el autoritarismo en los partidos, ya no es el camino para concretar beneficios personales. Le pasó a Nanni cuando se le reveló el Chato, ahora lo padece Folloni que se queda solo con su hijo y un par de familiares más.

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