A 211 años de la Batalla de Salta, fueron muchos salteños los que quedaron lejos de las autoridades. Un impresionante operativo de seguridad comenzó a ser montado desde anoche en la zona del Monumento 20 de Febrero que hoy, presentaba un doble vallado para que nadie pudiese acercarse a las autoridades presentes. Los vecinos, la prensa y los turistas quedaron fuera de los palcos.

Estuvieron presentes la vicepresidente de la Nación Victoria Villarruel, el ministro del Interior Guillermo Francos, los gobernadores de Misiones Hugo Passalacqua, de Tucumán Osvaldo Jaldo, de Catamarca Raúl Jalil y de Jujuy Carlos Sadir; además de las autoridades locales.

Para esta ocasión fueron muchos los vecinos de la ciudad, muchas familias las que se acercaron a ver el tradicional desfile de la Batalla de Salta. El adicional de este año fue la presencia de la vicepresidente de la Nación, Victoria Villerruel.

Un dato curioso fue la cantidad de personas con rasgos orientales y turistas europeos que estuvieron comiendo choripanes y empanadas, tomando cerveza, mientras observaban la enorme cantidad de gauchos desfilando. 

La vicejefa de Estado mantiene una buena imagen entre gran parte de la gente que estuvo presente. Muchas mujeres son las que estuvieron a favor de Villarruel en Salta. También se debe decir que muchas familias que llegaron hasta el espacio verde de la zona norte de la ciudad lo hicieron como un momento destinado al ocio y esparcimiento. Muchos de ellos no estaban ni enterados de la llegada de la vicepresidente. 

Lo que sí se debe decir es que los vecinos sin banderas, sueltos, ninguno estaba en contra de la presencia de Villarruel, casi nadie sabe de la tensión entre Provincia y Nación por los recortes de los subsidios al transporte y al Fondo Nacional de Incentivo Docente junto al de Extensión Horaria.

Sueltas, pero organizadas, estaban también algunas docentes autoconvocadas. El recorte al incentivo docente las toca de frente. "Nosotras le decimos a la docencia salteña que el recorte al FONID toca 5 ítems del salario. Lo mismo, pensamos que toda esta acción de Nación lo que hace es mover las estructuras de robo y malgasto del Ministerio de Educación de la Provincia. Es por eso que nosotras pedimos una auditoria y estamos convencidas que los fondos alcanzan", dijeron las maestras. Evidentemente se desmarcaron de la disputa de recursos entre Provincia y Nación.

Lo que fue sugerente fueron los cantos que se escucharon aisladamente, pero de manera insistente: "Victoria presidente", se entonaba con algunos carteles. El dato es al menos curioso, teniendo en cuenta que hace un poco menos de tres meses asumió el presidente Javier Milei.

Para el turno de los discursos, no habló el gobernador ni la vicepresidente. Quizás las palabras del capellán del Ejército Luis Talló Figueroa, fueron las más significativas a la hora de los discursos y lo que nos aclaran este fenómeno que se estableció entre la vicepresidente y los salteños. El religioso recordó que Manuel Belgrano eligió los colores de la Virgen para crear la Bandera Nacional, la que tuvo su bautismo de fuego en la Batalla de Salta. Talló Figueroa realiza una extrapolación de esa gesta belgraniana por la Independencia, que lleva como estandarte a la Virgen María, para decir qué es lo que se necesita en estos tiempos de "incertidumbres". Apela a lo divino como herramiento de lucha y de convicciones.

Dijo textual: "El auxilio viene desde lo alto. Sólo Dios nos dará la victoria. Si tenemos a la Virgen a nuestro favor, ella nos dará la libertad y la victoria". Ahí se hace evidente que cierre este círculo de gente cantando "Victoria presidente", la Virgen María, la ayuda del Cielo, la libertad y la fe del pueblo salteño.

Quienes sí estuvieron con sus banderas fueron las organizaciones de derechos humanos que estuvieron cantando y protestando contra Villarruel. Muchas de las mujeres presentes aseguran que la vicepresidente estuvo reunida con Joaquín Guil, ex jefe de la Policía de Salta condenado en varias oportunidades por crímenes de lesa humanidad cometidos antes y durante la última dictadura

Fuente: El Tribuno

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