Esta semana el campus de la Universidad Nacional de Salta volvió a poblarse de alumnos que proyectan convertirse en profesionales y con ello volvió la preocupación a las autoridades universitarias: según las últimas estadísticas, el 60% de los estudiantes abandonará sus estudios durante los primeros meses de cursado.

En medio de una nueva crisis económica, inflación y recortes presupuestarios, el total de preinscriptos para este año fue de 10.500, un poco más de 2.000 alumnos menos que en 2018. Por dicho motivo, el Rectorado extendió el plazo de inscripción hasta el 22 de febrero. Según el vicerrector de la UNSa, Edgardo Sham, a esa fecha estiman llegar con 6.500 alumnos más.

UNSa: los alumnos se podrán inscribir hasta el 22 de febrero

En diálogo con LA GACETA, el directivo universitario apuntó que se decidió ampliar el período de inscripción por pedido de postulantes que no pudieron anotarse todavía. “Siguiendo las estadísticas de los últimos dos años, vamos a llegar a 17.000 preinscriptos”, apuntó.

Del total de inscriptos, la mayoría está concentrada en la Facultad de Ciencias de la Salud, con 1.800 alumnos hasta el momento. Le siguen la Facultad de Ciencias Exactas, con 1.750 alumnos y el podio es completado por la Carrera de Ciencias Económicas, con 1.622 alumnos.

A pesar de las cifras totales, Sham advirtió que solo queda el 40% de los preinscriptos originales y que desde su gestión están afinando el análisis para frenar la deserción universitaria temprana: “es una oportunidad única que le da la sociedad a los jóvenes la de formarse en la universidad, tienen que ser aprovechada por todos”, indicó.

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Para este año, Sham adelantó que trabajarán con un concepto basado en la inteligencia emocional para fortalecer la retención de alumnos, para que entiendan que toda su vida van a ser evaluados, como en la instancia de un parcial o un curso de ingreso.

“Estamos iniciando el bosquejo de ese plan, ya lo tenemos pensado desde el año pasado y hemos venido trabajando juntos con distintos grupos de la universidad para proponer entre todos un proyecto”, señaló Sham sobre la retención de alumnos y agregó que pretenden desarrollar el concepto de “resiliencia”.

“Es un término que se usa mucho en la ingeniería para referirse cuando un material es sometido a condiciones adversas y luego queda intacto. Si le fue mal a un alumno en un examen queremos que se reponga, que junte fuerzas para superar la problemática”, explicó el vicerector.

Consultado por si el abandono universitario está motivado también por cuestiones económicas, el directivo indicó que es una problemática multifacética y que es casi una constante de los últimos tres años. “Está relacionado con su entorno económico, cultural, con sus conocimientos previos y con toda una serie de aspecto que influyen en lo personal”, detalló.