Provinciales
Emprendedores originarios compraron útiles para los chicos de la Puna, aislados por la cuarentena
- Publicado: Sábado, 26 Septiembre 2020 21:50
Comenzaron las clases en las escuelas de régimen de verano. A causa del aislamiento, muchos niños y jóvenes no contaban con los elementos para sus actividades escolares.
Si en los grandes centros urbanos la pandemia de Covid 19 ha modificado la vida cotidiana, más aún en los pueblos asentados en la aridez y la soledad de la Puna, donde la proveerse de las cuestiones esenciales es una verdadera odisea.
En esa alejada región salteña debido a las crudas temperaturas del invierno, el ciclo lectivo se rige por un régimen de verano. Es decir, las vacaciones se extienden hasta la primavera en que el clima se torna más benigno. Con la vuelta a clases (en este caso virtuales) renacen las necesidades, la falta de recursos y la imposibilidad de trasladarse por las restricciones que impone la cuarentena. Esto ha dejado a muchos chicos y adolescentes sin la posibilidad de contar con el material necesario para realizar sus trabajos escolares.
Pero como sucede en muchos puntos del país, más allá de lo que pueda hacer el Estado, la propia comunidad comenzó a movilizarse. Este es el caso de un emprendimiento local, GVH (Grupo Vacazur Hermanos), integrado por originarios que conocen de las necesidades de su gente y que a través de su área de Responsabilidad Social acercaron a los pequeños poblados de Olacapato, Salar de Pocitos, Tolar Grande y Santa Rosa de los Pastos Grandes, un importante cargamento de kits de útiles que distribuyeron entre unos 200 alumnos, aproximadamente.
Luis Vacazur, gerente de la empresa y de la Cámara de Proveedores de Servicios Turísticos y Mineros (Caprosemitp) expresó: "Recibimos el pedidos de asistencia de la presidenta de la comunidad kolla Quewar, Clara Acoria. Es así que decidimos hacer la compra y la entrega de los kits a los referentes de la etnia siguiendo, siguiendo estrictamente las medidas de bioseguridad evitando todo contacto con la población. Creemos en la Madre Tierra y somos agradecidos con lo que nos da, por eso queremos devolverle a ella y a nuestra comunidad un poco de lo mucho con los que nos bendijo".
Vacazur adelantó que continuarán acompañando a estas poblaciones, sobre todo en tiempos difíciles como los que se transitan hoy a causa del coronavirus, y destacó la importancia del acceso a la educación, como uno de los pilares fundamentales para construir una sociedad más justa, equitativa e inclusiva.
En Salta, las escuelas primarias de régimen de verano están ubicadas en las localidades de San Antonio de los Cobres, Salar de Pocitos, Santa Rosa de los Pastos Grandes, Olacapato, Tolar Grande, Pizcuno, (departamento Los Andes); El Arremo, Pampa Llana (departamento San Carlos); Cobres, Esquina de Guardia, Cerro Negro (La Poma). En cuanto a los secundarios son: Colegios 5.025 y 5.205 en San Antonio de los Cobres; 5.193 de Santa Rosa de los Pastos Grandes; y 5.190 en Jasimaná, (San Carlos).
Guardapolvos
En la oportunidad estuvieron acompañados por Victoria Fernández, representante de Puna Working, quien a través de un convenio entre esa empresa y GVH financiarán la compra de guardapolvos escolares para entregar a cada niños de la Puna. "De esta manera esperamos apoyar a los estudiantes y sus familias, a la hora de regresar a las aulas", dijeron.
Esfuerzo conjunto
La Cámara de Proveedores de Servicios Mineros y Turísticos de la Puna es la primera entidad originaria de este tipo en el país. Se trata de 43 emprendimientos que aglutinan solo en Salta a más de un centenar de empleos registrados y abren amplias posibilidades de crecimiento en localidades salteñas, jujeñas y catamarqueñas. Actúa como nexo entre las necesidades del sector empresarial y las posibilidades y potencialidades de las diversas comunidades emplazadas en la inmensidad cordillerana. Prestan servicios de gastronomía, transporte de carga, de personal, lavandería, ferretería, comedores y hospedaje, entre otros. Esta dinámica permitió la capacitación de decenas de jóvenes que antes sobrevivían de la ayuda social del Estado y que hoy se han convertido en verdaderos emprendedores, con amplias posibilidades de crecimiento.
Desde la entidad explicaron: "No solo perseguimos la rentabilidad, sino también el desarrollo de nuestra gente, la participación comunitaria, la paz y el trabajo. En este sentido, nos sentimos muy apoyados por las empresas mineras, que no han dudado en prestarnos su apoyo".