Entrevista a la exministra de Salud Pública de la provincia, Josefina Medrano

Hace poco más de un año la entonces ministra de Salud Pública de la Provincia, Josefina Medrano, dijo que, según proyecciones, se estimaba que podrían morir alrededor de 1.500 salteños por la pandemia y que llegaría a contagiarse el 80 por ciento de la población. 
La médica pediatra fue cuestionada duramente por la opinión pública a raíz de esas declaraciones. En un momento en el que Salta comienza a acercarse a ese número mientras empieza una segunda ola de coronavirus, la médica dialogó con El Tribuno sobre su gestión al frente de una cartera tan importante en medio de una pandemia.
Se refirió a lo difícil que resulta aceptar la realidad actual y evaluó que se proyectan muchos más contagios durante el próximo pico, lo que pondría al sistema de salud en mucha más tensión que el año pasado.
Reconoció que el hecho de ser mujer influyó en muchos cuestionamientos que tuvo su gestión y abogó por que haya una mayor igualdad.

Al principio de la pandemia usted mencionó que en Salta podría haber 1.500 fallecidos y sus dichos fueron muy cuestionados. Ahora estamos cerca de llegar a esa cifra. ¿Por qué cree que la cuestionaron de esa manera?
Para las personas es difícil aceptar nuevas realidades en general y, más aun, cuando son de una dureza tal como la de la pandemia. 
En ese contexto de aceptación de la realidad, recibir de forma numérica una proyección resulta mucho más difícil y estos números generaron un gran impacto en la gente. Es difícil aceptar estas realidades y los números hoy muestran un reflejo de la realidad de la pandemia.
Cuando una hace gestión de salud y, sobre todo, en una situación de pandemia, para hacer una buena planificación y plantear objetivos para dar respuesta a lo que una estima que se viene, tiene que hacer proyecciones y, dentro de esas, hace proyecciones numéricas, técnicas.
Esos números son dinámicos y habrá que evaluarlos con las variables nuevas que surgen. Hace un año no pensábamos en una segunda ola. En abril del año pasado mirábamos solo la llegada de la primera ola. A las proyecciones hay que volverlas a replantear, teniendo en cuenta la nueva ola y las nuevas cepas que no teníamos en aquel momento.

¿Cómo se siente ahora luego de haber estado a cargo de manejar esta situación el año pasado?
Hoy estoy tranquila. Sigo trabajando y generando mis opiniones y proyectos con respecto a la pandemia y otras cuestiones. En su momento hicimos una gran tarea de puesta a punto de un sistema que venía con falencias, dentro de lo que nos permitió el tiempo y el transcurrir de la pandemia. 
Todo se trabajó en paralelo y el dinamismo y la velocidad que tuvo hizo que trabajemos fuertemente priorizando determinadas cuestiones y dejando de lado otras para estar mejor preparados para cuando comenzara a haber un aumento de casos.
Seguro se podrían haber hecho más cosas pero, eso, si se lo mira un año después... En ese momento los planteos fueron claros, rápidos y, a pesar de que mucho no se ve, el sistema en su momento no colapsó. Eso fue gracias a una gran tarea que se hizo en conjunto con toda la gente que estaba atenta a la preparación de la pandemia.

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