Los lotes fueron otorgados hace años a otras personas que nunca los ocuparon. Lo usurpadores esgrimen ese argumento y los tenedores de los lotes quieren desalojarlos

Seis familias que carecen de viviendas y de las cuales algunas se encuentran en una potencial situación de calle, tomaron terrenos ubicados en barrio San Ignacio de la ciudad de General Gemes, levantando precarias chozas construidas con palos y plásticos, permaneciendo en su interior a pesar de las lluvias y elevadas temperaturas, con la intención de quedarse con el terreno.

Luego de dos semanas de transcurrida la usurpación, se acercaron hasta el lugar algunas personas manifestando ser los propietarios de los lotes y exigiendo el inmediato desalojo. En los días que siguieron al primer pedido de desalojo se generaron denuncias y amenazas que obligaron a la presencia policial para mediar en el conflicto. Los policías solicitaron el desalojo voluntario de las familias, para evitar el uso de la fuerza pública.

"Nosotros no vamos a salir simplemente porque no tenemos a dónde ir, aquí somos mayoría las familias de mujeres solas con niños. No importa lo que pase, no vamos a salir", manifestó una señora de apellido Irala.

Los supuestos dueños de los terrenos presentaron como documentación un papel donde se los nombra como tenedores de los terrenos hasta que salga la escrituración definitiva. Esa autorización fue extendida 6 años atrás por la comuna, a familias que demostraron urgencia habitacional, para que sean ocupadas a corto plazo.

Estos 6 lotes en conflicto corresponden a un total de 150 que fueron donados por la familia Hadad a la Municipalidad, como un remanente de un loteo de un total de 500, ventas que se llevaron a cabo sobre un sector ubicado al costado del barrio Docente.

A pesar de que el papel presentado indica que el lote les fue cedido, no es un documento legal que acredite una propiedad.

El argumento esgrimido por los usurpadores para tomar los terrenos se basó en el hecho de que ninguno de los supuestos propietarios tenía una urgencia habitacional, debido que a pesar del tiempo transcurrido nunca los ocuparon.

"Estos terrenos estaban destinados a familias muy necesitadas, muchas se vinieron a vivir como pudieron porque realmente tenían esa necesidad, pero otras no aparecieron nunca porque no las necesitan, inclusive algunos los vendieron, es una gran injusticia", manifestaron los usurpadores.

Esta situación de usurpación no es novedad en el departamento Gemes, donde muchos barrios que nacieron como un asentamiento tras la toma de terrenos, aún cuentan con lotes vacíos a pesar que ya transcurrieron más de 10 años de la expropiación. Esta situación genera constantes intentos de toma de los mismos, algunos de los cuales finalizan con éxito para los usurpadores. Sobre este tema el secretario de Gobierno, José Chambi, analizó la complejidad del problema. "Es bastante complicado dar una solución a este tipo de problemas. Por un lado los que son poseedores de los terrenos se justifican diciendo que no tienen dinero para construir, por esa razón es que no se instalan. Por otro lado, las familias que usurpan demuestran su desesperación por tener un techo aunque sea de plástico, ellos tampoco tienen plata pero se instalan igual".

Desde Tierras y Hábitat de la Provincia, en su momento, otorgaban un plazo de 6 meses para que los beneficiados con un terreno los ocuparan, pero muy pocas veces se cumplió.

"Sabemos que muchos terrenos también son vendidos y por esa razón es que vamos a crear una comisión para que se encargue de relevar la situación de los barrios que surgieron por medio de la entrega de terrenos. Es decir, no solo queremos solucionar este problema, donde ya está actuando la Justicia, sino prevenir otras usurpaciones a futuro", explicó Chambi a El Tribuno.

Estos problemas por la tenencia de terrenos tiene su base en la falta de un verdadero control a la hora de seleccionar a las familias que serán adjudicadas, muchas reciben un lote teniendo vivienda o no son personas carentes de recursos.

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