Al loteo La Eulogia se suman otros desarrollos inmobiliarios sobre la ruta 51 que no cumplen los contratos y que dejan serios perjuicios a los compradores.

Otro loteo. Otra posible estafa. Son numerosas familias que hace seis años adquirieron unos terrenos que parecían ser el sueño de sus vidas. Hoy no saben a quién reclamar responsabilidades porque los dueños de estas tierras no son los que firmaron los papeles de venta de los terrenos. Apenas comenzó el año, las familias del loteo "La Eulogia" se quedaron sin agua y la única posibilidad de tener el líquido vital es pagando una boleta de $200 mil para hacer funcionar una bomba de agua. Para colmo, con las lluvias de estos días se anegaron por todos lados.
 

Abandono

Abandono total de un fideicomiso autorizado a lotear y vender los terrenos sin alumbrado público, sin agua, sin escrituras y, lo peor de todo, no escuchan los reclamos justificados.

Según los vecinos, este loteo no estaría inscripto en ninguna entidad que nuclea a los desarrolladores inmobiliarios de Salta. El loteo está ubicado sobre la ruta nacional 51, entre la localidad de La Silleta y Campo Quijano, en el kilómetro 17.

"Compramos de buena fe en el año 2018. Nos prometieron agua, luz, gas, parquizado y tantas otras cosas. Solo el gas y la luz tenemos. El agua depende de una bomba que no funciona por falta de energía. Y resulta ser que esta bomba está a nombre de un fideicomiso que debe 200 mil pesos a Edesa. Cuando reclamamos a un ingeniero (Jáuregui) que hace las veces de responsables de este fideicomiso, nos respondió que nosotros debemos pagar esa boleta para tener agua", explicó sobre la situación Damián Abraham.

Desde hace doce días que no tienen una gota de agua. No pueden hacer mucho porque Aguas del Norte les exige algo que por ley corresponde: la escritura y el reconocimiento del municipio como loteo.

"Ni una, ni la otra. No tenemos escrituras y el desarrollo inmobiliario no puede pasar a la comuna por falta de documentación que lo acredite como tal. No se puede hacer la división catastral siquiera. Figuramos en un catastro que pertenece a un particular", añadió el ofuscado vecino.

Serios problemas

Las obras prometidas nunca se hicieron en estos años y, pese a los contratos, los vecinos y compradores sufren hoy una verdadera odisea en el lugar que pretendían consolidar como vivienda familiar. Al margen de ello, las respuestas que recibieron son absurdas y hasta burlescas. "Pretenden que formemos un consorcio para pagar las boletas de luz para que tengamos agua. No somos un barrio privado. No podemos pagar esa boleta, y no podemos hacernos cargos de las obras hídricas y tantas otras cosas que deben cumplir por contrato."

El catastro sigue siendo una finca. El agua de los arroyos llega al loteo y entra a todas las casas. Varios son los vecinos afectados por los anegamientos. Es decir que a falta de agua, también se inundan, no tienen mantenimiento de los espacios destinados a plazas públicas y las calles son un verdadero desastre. "Pasan los años y los responsables no se hacen cargo de este engaño. Sin documentación no podemos hacer nada. A tal punto llegó el nivel de desidia de este fideicomiso que no tenemos recolección de basura en el interior del barrio. Nos pusieron un punto de recolección al ingreso del loteo. Es decir que debemos sacar la basura caminando todo el año hasta el acceso del barrio. Es un cesto comunitario que es una vergüenza", dijo Abraham.

Ahora deberán recurrir a la Justicia con amparos para tener agua. "Tenemos gente adulta y niños, no nos pueden dejar abandonados y no reconocer sus compromisos", expresó.

La urbanización La Eulogia es similar a La Carlota, con dos problemas grandes para los vecinos. Así se suman otras urbanizaciones cercanas a la ruta 51, con falta de documentación y, por ende, sin ningún servicio. Una falta de total de cumplimiento a los acuerdos.

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