La crecida de los ríos en febrero dejó a las comunidades originarias de la Quebrada del Toro sin cultivos, sin agua y sin asistencia. Lo que en otras zonas sería seguido por un plan de contingencia estatal, aquí fue seguido por el silencio y la ausencia: «En esta provincia, no solo se retira el agua, también se retira el Estado», denuncian desde el Consejo del Pueblo Tastil.
El Consejo, que representa a 14 comunidades originarias distribuidas a lo largo y ancho de la Quebrada del Toro, hizo público un comunicado dirigido al intendente de Campo Quijano, Lino Yonar, exigiendo el cumplimiento de derechos consagrados en la Constitución Nacional, tratados internacionales y leyes vigentes que protegen a los pueblos preexistentes.
Reclamos históricos y urgentes
En el documento, se recuerda que desde el inicio de su gestión, el jefe comunal fue invitado al diálogo intercultural, y se le transmitió cómo es la vida en este territorio ancestral. “No pedimos bolsones ni ropa. Lo que pedimos es que se nos permita trabajar”, expresan con firmeza, destacando su vocación productiva ligada a la agricultura andina y la ganadería menor.
La crecida del río arrasó con cultivos fundamentales como la papa andina, el maíz, la haba y la arveja, afectando gravemente la subsistencia de las familias. Aunque se elevaron notas solicitando obras para encauzar el río, hasta la fecha no se realizaron.
Exigen acción inmediata
Entre los pedidos concretos se encuentran:
- La presencia permanente de un tractor en la zona para recuperar áreas de siembra.
- La distribución urgente de semillas y alimentos para los animales.
- El encauzamiento del río con maquinaria adecuada y la construcción de defensas.
- Un relevamiento de viviendas dañadas y su eventual reubicación.
- La finalización de 20 baños iniciados por la gestión anterior.
- El estado edilicio de las escuelas de todo el territorio.
- La reposición de las cañerías de agua potable en varias comunidades.
Asimismo, solicitan una reunión urgente en territorio con el intendente para tratar estos puntos. Y advierten: la máquina cargadora no saldrá del lugar hasta que se atiendan sus demandas.
“A la buena de Dios”
El comunicado cierra con un mensaje contundente: “Las comunidades originarias están a la buena de Dios”, visibilizando la desprotección y el abandono que atraviesan. Una vez más, las zonas rurales y ancestrales parecen quedar fuera del radar de la gestión pública, salvo cuando hay fotos o promesas de campaña.
Contactos
El Consejo del Pueblo Tastil dejó como contactos a Manolo Copa (3874857187) y Esteban Vilca (3875014357) para ampliar la información o coordinar la esperada reunión.













