Una joven se descompensó mientras bailaba con amigos, su novio pidió que la asistan y como los estaban maltratando le pidió ayuda a su padre. El hecho fue denunciado en la comisaría de Villa Palacios.

El personal que trabaja en un boliche salteño fue denunciado por el padre de un joven que asegura haber sido maltratado junto a su novia, cuando esta persona se descompensó mientras bailaba con otros amigos.

El hecho ocurrió en la madrugada de este sábado en un conocido local bailable ubicado en la avenida Paraguay (La Roka), cuando un joven que se encontraba en su interior llamó a su padre para pedirle ayuda ya que su novia se había descompensado y los encargados del lugar los estaban maltratando. 

Muñoz relató: “Cerca de las 3 de la mañana, mi hijo me llama diciendo que por favor lo ayude, porque creía que la novia se encontraba alcoholizada o drogada. Él pidió ayuda a la gente de seguridad del boliche, y la meten en un lugar que supuestamente es una enfermería. Pero en ese lugar no tenían nada y estaban otros chicos hacinados en un lugar muy chico. Había diez o veinte personas totalmente alcoholizadas, todo el lugar vomitado”, dijo José María Muñoz, el papá del adolescente, en diálogo con El Tribuno. 

Cuando arribó al lugar, el papá les cuestionó a las personas del boliche por qué no habían llamado a una ambulancia, si la joven estaba en mal estado. “Me atiende una persona que era una supuesta enfermera, y me comenzó a increpar y a cuestionar por qué mandaba a mi hijo a los boliches. Entonces pedí un libro de quejas, o hablar con un representante del boliche, pero me sale un patovica, me increpa y me dice que me tranquilice o que iba a tomar otra medida”. 

A continuación y para no continuar con la discusión, Muñoz decidió llamar al 911 y buscar a la Policía. “El 911 llegó con el Samec porque yo los tuve que llamar. Cuando el médico de la ambulancia se presenta ve a la chica y me dijo que no podían estar en ese lugar. El mismo médico me dijo que llame a la Policía y constate todo lo que estaba sucediendo. Busco a la policía, hablo con el oficial que estaba a cargo del operativo y él oficial se hace presente y toma datos de la situación. La gente del Samec logró estabilizar a la novia de mi hijo y en ese momento los retiro”, detalló. 

Desde el boliche, el padre con los jóvenes se dirigieron a la comisaría de Villa Palacios, realizó la denuncia y pidió la intervención de la Justicia. 

Muñoz luego contó que la joven se había descompensado porque había tomado del vaso de otro joven que se había acercado a bailar a la ronda de amigos. Y fueron varios los que tomaron de ese mismo vaso. 

Cuando se retiraba de la sala donde atendieron a la novia de su hijo, Muñoz dijo que otras tres jovencitas que formaban parte del grupo de amigos y que habían tomado de ese vaso también se descompensaron y estaban ingresando a esa misma habitación. 

Lo confuso del caso es que la persona que les había convidado ese trago, también se descompensó y fue a parar a la misma sala, hasta que fue “retirado por su madre”, según las palabras de Muñoz. Su hijo intentó identificar a ese joven señalado como la persona que había ocasionado la descompostura de su novia y otros adolescentes. 

“La indignación como papá es que tu hijo va a bailar a un boliche y lo terminan metiendo en un lugar que es una asquerosidad, y capaz que tomaron droga, pero entonces ellos no tuvieron el recaudo de llamar inmediatamente, el protocolo dice que tienen que llamar a un servicio de emergencia, y los dejan votados en esas reposeras. Después, no había protocolo de COVID-19, nadie usaba barbijos, a mi hijo le quisieron cobrar el agua que había pedido para darle a su novia, recién cuando el personal del Samec pidió agua acercaron un vaso y de ese mismo vaso le dieron a todos los que estaban en ese lugar. Es inhumano poner a los chicos en ese lugar, una pieza de 2 x 2. Y esa es la indignación, y no haber llamado al Samec, mirá si pasaba algo peor”, dijo Muñoz.

Luego aseguró además que el médico del Samec le dijo que la joven descompensada tenía todos los síntomas de haber sido drogada. 

“Lo quiero hacer público porque somos muchos papás y no sabemos a dónde estamos mandando a nuestros hijos. Uno espera que puedan ir a bailar a lugares seguros, donde en lugar de ser maltratados sean asistidos, porque pagan una entrada en un lugar que supuestamente tienen todo lo necesario para ser asistidos”, añadió. 

“Lamentablemente el trato que reciben los chicos es malo. Ellos comentan que los desprecian porque los ven solo como un grupo de ebrios que alucina”, concluyó.

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